“Resulté destrozado de historias que
jamás antes pude imaginar que viviría, yo aún me mecía en mis sueños cuando me
encontré de cara contigo. Ya nos habíamos visto alguna vez, pero siempre venías
por una razón lógica, y de alguna forma te entendía, podía intuir la pena en
ti, aunque en ocasiones en tu cara se dibujaba la mueca sombría de una sonrisa
macabra que sólo parecía ver yo y que no quise creer hasta que te reíste a
carcajadas delante de mí.
Viniste para arrebatarme el alma,
para hacerme pagar por tantas meteduras de pata, y de hecho lo conseguiste, me
obligaste a explotar en millones de pedazos. Me obligaste a dormir muchísimo
pero me arrebataste los sueños, me robaste mi refugio y me dejaste sin un lugar
seguro al que poder volver. Me regalaste tiempo que vivir sin entender, me diste
música y libros pero te llevaste mi capacidad de sentirlos. Hiciste que me
desvaneciera y que dejara de existir, que me perdiera para, probablemente, no
encontrarme de nuevo.
Me quitaste la vida, pero conseguí
continuar. No sé muy bien cómo, pero lo conseguí, conseguí continuar andando,
aunque lento y a trompicones, muchos trompicones, y algo vacío. Pero no sólo
eso. Con el tiempo, fui cogiendo todos los trocitos que encontré y los monté de
nuevo, y de ello resultó salir algo con lagunas, porque hubo trocitos que no
encontré, y otros que quise desechar porque estaban muy rotos, pero con una
forma más bonita, y le añadí un poco de luz y de ganas, y risas. Y quise
sobrevivir por los que no pudieron hacerlo, y lo conseguí.”
Punto. Punto y seguido, no te vayas a pensar.
Este pedacito que te empecé a contar ya hace un tiempo, y que,
honestamente, ha sido el más fácil, llega a su paréntesis, que no a su fin.
Digo que ha sido fácil porque te he engañado, mejor dicho, he enmascarado mi
verdad en la mayoría de cosas importantes tras metáforas y frases más
perspicaces de lo que soy en realidad y que sólo entendiste si vives cerca de
mi corazón. Sentimientos, sensaciones y vicios que no podría haber dicho de una
forma más verdadera, porque yo no las hubiera podido soportar.
Los motivos son muchos y muy variados, pero el más grande es que las cosas
tienen un ciclo, y el ciclo de esta ya ha pasado, o igual es mi ciclo el que ha
pasado. Ya no me siento la misma persona que empezó este blog, y es por eso que
sería injusto continuar aquí, o dejarlo morir lentamente. En cualquier caso
creo que he desgranado esta experiencia al máximo, y que ahora me toca invertir
mi tiempo en otras cosas, que también intentaré compartir.
Sé que hay personas que se han entretenido leyéndome, en el mejor sentido
de la palabra, a otros quizás alguna vez les he hecho sentir algo, otros han
entrado sólo por el morbo, otros por conocerme… Pero a todos les agradezco por
igual que me dieran la oportunidad de contarles mis historias, mis reflexiones
y mis fantasmas.
No sé cuál es exactamente tu razón para haberme leído, pero de poco importa
llegados a este punto. Lo cierto es que abrí este blog para poder sobrevivir,
para poder dormir mejor por las noches, para perder vergüenzas y para que la
gente más cercana a mí pudiera acercarse un poquito en lugar de verme desde
lejos y se dieran cuenta de que todo está bien. Y su único objetivo era
conseguir que alguien, con una sola persona bastaba, se sintiera bien
leyéndome, y un poquito menos solo, sólo un poquito, y ojalá lo haya
conseguido.
Personalmente esto ha resultado muchísimo más… He crecido con el blog, he
ido pegando los pedacitos que antes he nombrado, y he aprendido muchísimo. He
aprendido a ponerle letra a mis sentimientos, a contarlos, y a soñar con llegar
a ser un escritor que no de éxito, pero sí del que me sienta orgulloso. También
he conocido a personas, seguramente tú seas uno de ellos, que me han enseñado
puntos de vista nuevos que no conocía, e infinidad de cosas que no sería capaz
de recordar en un instante, pero que sí recordaré a lo largo de mi trayecto.
Espero que me hayas entendido un poco, que se haya tejido algún hilo
invisible entre nuestros corazones y ojalá que mis teclas te hayan ayudado. No
soy el escritor más talentoso, evidentemente. He cometido un millón de faltas
ortográficas y sintácticas, y hay cosas que aún yo me pregunto qué es lo que
quise decir con ellas, pero he sido tan sincero como he podido, y completamente
real.
Este blog quedará abierto, pero no entres buscando nuevas entradas, porque
ya no volverán. Si te apetece, pienso colaborar siempre que pueda y consideren
mi talento suficiente en http://rapsodiacircular.blogspot.com.es/2013/02/senda-inmortal.html
bajo el nombre de “C Blond” junto con otros jóvenes y en algún momento, espero
que no muy lejano, abriré un nuevo espacio, pero será completamente distinto a
este.
No quiero hacer una lista de personas, porque es absurdo, simplemente
quiero nombrar a mi familia, porque me apoyaron y trataron de ilusionarme desde
el primer día con todas sus ganas, que se dice pronto. A los amigos que habéis
estado ahí para decirme “qué buena la entrada” incluso antes de leerla con el
pretexto de “si no es buena, luego te lo digo, pero es que ya sé que sí…” y
darme vuestra opinión luego, en público o en privado y pasarnos horas hablando
y creciendo.
Y por último permíteme el lujo de darle las gracias a una persona más que
sé que a ratos rompe su zona de confort para mí, para aguantarme, y que podría
haberme mandado al cuerno a las primeras de cambio pero que en lugar de eso
quiso leerme más e incluso ahora me llama amigo. Se preguntará un rato si esto
va con ella, pero al final se dará cuenta de que sí, porque ahora se esfuerza
por ver el lado bueno de las cosas.
Las vías de contacto siguen abiertas, porque son personales, evidentemente,
así que siéntete libre de saludarme siempre que te apetezca.
Creo que la mayor parte del tiempo he escrito el blog usando el “vosotros”,
pero en este instante he querido escribir sólo para ti. Tú que a lo largo de
unos meses, por la razón que sea, has decidido intercambiar un trocito de tu
tiempo por un pedacito de mi alma.
Gracias.
Si me lo preguntáis a mí, mi top 5 de entradas es este, por si os apetece echarles otro vistazo en algún momento: